Tras Arcachon, nos dirigimos a Burdeos. He de decir que todas las expectativas puestas en la ciudad eran pocas, es muchísimo más bonito de lo que podíamos imaginar.
Capital del vino, casco histórico protegido por la Unesco (el más amplio del mundo) y su elección como Best European Destination 2015, ¿necesitamos algo más para adentrarnos en Burdeos?.
Burdeos, perla del siglo XVIII, cultivada hasta convertir la tierra en vino, forma parte de esas ciudades que se visita para disfrutarlas al máximo. Un arte de ciudad y también un arte de vivir gastronomía, vinos, terrazas, mercados y comercios. Te alegrará los cinco sentidos.
Lo primero que hicimos fue dejar el coche en un parking, en concreto el que se encuentra situado en la Place Jean Jaurés, en el mismo centro. Si vais con vuestro coche esta es mejor opción que dejarlo en la zona azul, ya que lo máximo que se permite estacionar son dos horas. Sale algo más caro, pero evitamos tener que cambiar cada dos por tres el ticket (inviable!!) y además utilizamos el coche de campamento base y nos quitamos de llevar cargadas las mochilas.
El tranvía en Burdeos es un magnífico medio de transporte. La ciudad está dividida en dos líneas que cubren muy bien todos los puntos. Aún así a nosotros al ir los 5, nos compensa mucho más trasladarnos en nuestro coche.
Nos poníamos ya en marcha e imagináis donde fuimos no??, sííí correcto a por el petit-train. Ya sabéis que tren que vemos, tren que montamos, jaja. Este petit-train nos gustó muchooo!, en nuestra opinión el mejor hasta ahora (y eso que llevamos unos cuantos ya!, jeje). Hace un trayecto más que aceptable y suficiente para luego dar un paseíto por los lugares que más os haya gustado. La locución es también en español, así que muy pero que muy bien.
Para nosotros es fundamental, ya que sino es imposible que los niños aguanten todo el día caminando. Los adultos son 8 euros y los niños de 5 a 12 años 4,5 euros. Su lugar de salida está justo en frente de la Oficina de Turismo. Se pueden comprar las entradas en la Oficina de Turismo o directamente al conductor. www.bordeaux-tourisme.com/offre/fiche/le-vieux-bordeaux-en-petit-train
No soy capaz de decir qué es lo más interesante o bonito para visitar pero sí de enumerar lo que es imprescindible.
En un día se puede visitar perfectamente, pero Burdeos es de esos lugares en los que quisieras y debieras quedarte algún días más para exprimirlo a tope. Aquí os dejamos nuestros TOP 10:
- Explanade des Quinconces, plaza más grande de Europa con algo más de 10.000 m.
- Place de la Bourse, símbolo emblemático de Burdeos, no es para menos, además de gozar de unas envidiables vistas al río Garonne cuenta con el mayor espejo de agua del mundo (3.450 m). Una auténtica maravilla y sin duda alguna el lugar más fotografiado de Burdeos.
- Puerta Cailhau, antigua puerta defensiva.
Puerta Cailhau - Desde ahí nos adentramos en el Barrio de Saint Pierre, el verdadero corazón histórico de la ciudad, repleta de calles que encadilaron a pintores como Goya. Fuimos hacia la Plaza del mismo nombre y disfrutamos un poco de la gastronomía de la zona acompañada de un buen vino como no podía ser de otra manera.
- Tras la parada, nos dirigimos a ver la Catedral St André (patrimonio Mundial de la Unesco), y la Tour Pey-Berland junto al Hotel de Ville, (Ayuntamiento).
- Desde allí caminamos por la Rue Sainte-Catherine que es la calle comercial más larga de Europa, y menudo ambientazo!, nos desviamos para ver de nuevo Grosse Cloche, campanario histórico y único vestigio de la antigua puerta defensiva del siglo XIII.
- Volvimos hacia el Grand Théâtre (junto a los palacios de la ópera de Versalles y Turín, es una de las salas de espectáculos del s. XVIII más bellas del mundo) para poder coger un bus turístico panorámico para completar la visita. En nuestra opinión con el petit-train es más que suficiente. De hecho el bus repite mucho de lo visto en petit-train puestos a elegir nos decantamos por el tren.
- Pont de Pierre, puente más antiguo de Burdeos que consta de 17 arcos. Cuenta la historia,que cada uno de sus arcos se corresponde a cada una de las letras del nombre de Napoléon Bonaparte.
- Marché des Capucins, mercado de abastos de la ciudad donde podremos iniciar una de las experiencias gastronómicas más típicas de la zona: ostras y vino blanco.
Pont de Pierre - Acabábamos este largo día, muy muy largo visitando el Jardin Public, a los peques les encantará y terminarán de desfogar. Es perfecto para llegar al hotel y dormir del tirón, jeje.
Burdeos ofrece infinidad de actividades y visitas a muy buenos museos, por el momento nos los visitaremos, tendremos que esperar a que nuestros tres artistas sean un poco más grandes,jeje
No olvidéis probar los Canelés, pequeños bizcochos típicos de la zona, esponjosos por dentro, crujientes por fuera. Una locura!
Nos dirigimos a nuestro hotel, no es céntrico, pero está muy cerca, perfecto y suficiente para hacer noche, además de estar muy bien comunicado.
Como siempre nuestra reserva la hicimos con www.booking.com, hasta la fecha nos ha ido super bien. El Inter-Apolonia, nos alojó un par de noches, con habitaciones algo pequeñas pero más que suficientes para descansar y con un parking muy cómodo. Ofrecen un desayuno muy pero que muy majete, además es gratis para los niños. Madre mía lo que le gusta a nuestra cuadrilla el desayuno de los hoteles, jaja, ojo lo que disfrutan!!!!!, bueno y quién no??, jajajajaja. En definitiva, el hotel es sencillo pero perfecto en cuanto a calidad-precio.
El domingo ya de vuelta a Toulouse, decidimos hacer un “…ya de paso…” y visitamos Saint- Émilion no sin antes visitar la Cité du Vin, que nos había quedado pendiente el día anterior. La Cité abrió sus puertas en junio de este año. Erigido junto al puente Chaban-Delmas todo sea dicho de paso una auténtica obra de arte, las curvas evocan la redondez del vino que gira en la copa. Se distribuye en 10 plantas, con espacios para catas, talleres y exposiciones. Acoge una vinatería con vinos de todo el mundo, un bar de tapas y una gran bodega. www.laciteduvin.com/fr
Está claro que nos ha gustado mucho no??, aprovechando que estamos cerquita no dejaremos la oportunidad de volver.
Ya en Saint-Émilion, joya medieval de Aquitania, la cual se alza sobe un sinfín de viñedos frente al río Dordogne, con las casas formando una especie de anfiteatro y lleno de calles estrechas, como un cáscara protectora alrededor de la cueva de Saint-Émilion.

Uno de los mayores tesoros de esta aldea medieval es su cueva, dentro de la misma se esconde una capilla medieval y una iglesia monolítica subterránea que os dejará con la boca abierta: si os atrevéis con los 187 escalones que conducen al campanario, el premio será unas imborrables vistas, merecedoras de Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Pero por lo que de verdad es conocido a nivel mundial este pequeño rincón francés es por los viñedos que rodean el pueblo, pertenecientes a unas 860 diferentes bodegas, cuatro de las cuales tienen el sello Premier Grand Cru Classe A, el sello de máxima calidad. Una zona que ha cultivado la uva desde tiempos de los romanos y en la que aún se elabora el vino de manera tradicional en alguna bodega histórica como el Château Guadet.
Para dar una vuelta por los viñedos cogimos….., el qué????, jaja, yes of course!! en cuanto lo vimos allí que subimos. El Petit train, te ofrece un paseo la mar de agradable y muy completo por los viñedos y te llevan a un Château a hacer una cata y ver sus bodegas, la verdad es que fue muy divertido para los cinco.
Tuvimos la gran suerte de vistarlo el día de La Jurade www.saint-emilion-tourisme.com/es/1-descubrir/32-patrimonio-tradicion/20-la-jurade. A pesar de la cantidad de gente que había fue todo un lujazo! que nos encontramos sin querer.
Una curiosidad:
Es poco conocido en general, el Hermitage de Saint-Émilion, que se encuentra bajo la Capilla de la Trinidad cerca de la Iglesia Monolito, es un lugar mágico. En este lugar tan mágico, se encuentra la silla o la meditación sede de Saint-Émilion, donde el monje del mismo nombre tenía la costumbre de orar.
A través de los años y las historias, este asiento se ha cargado con el nombre de “Sede de la Fertilidad”. Cuenta la leyenda que es suficiente para una mujer que desee tener un hijo sentarse en esta silla y orar a Saint-Émilion y en ese año se queda embarazada.
Pasear sin prisa por sus calles, sentaros en cualquiera de sus terrazas y degustad cualquiera de sus vinos y por favor no olvidéis de comprar una cajita o dos!!! jajajaja de los Macarons de Saint- Émilion, aviso a navegantes están de muerte!.
A bientôt!
En nuestro viaje a Burdeos, también aprovechamos para ir un día a ver St Emilion y nos encantó!! Es precioso!! Muy recomendable!
Qué ganas tengo de visitar Burdeos y ahora, gracias a ti, Saint-Emilion! Cuántos lugares interesantes que visitar!!
Para nosotros Saint Emilion también fue un “ya de paso” jajaja pero no montamos en trenecito. Tengo muchas ganas de ir a Burdeos y ver esa zona. Me apunto el parking 😉
Precioso Burdeos. Yo también coincido que el tren es el mejor medio de transporte. A nosotros nos encanta!!!
Burdeos todavía no lo tengo en mi lista para este verano, lo tengo reservado para hacer una ruta con la caravana por el sur de Francia. Y si hay alguien que la conozca al dedillo , esa eres tú.
Que bonito, todavía no conocemos Burdeos y está en nuestra lista!! Los trenes son fantásticos, siempre son una buena opción para ir con los niños. Oye, que buena pinta tienen eso Canelés!!
Que lugares tan bonitos!!! Muchas ganas de seguir conociendo Francia!!! Cada zona aún más bonita…me lo guardo para cuando vayamos!!! Genial el post